jueves, abril 05, 2007

pero el sol siempre se va a dormir

hoy he tenido un día de esos que dejan indiferente hasta a las más pequeñas de las hormigas. no he hecho nada especial hasta que se puso el sol. trabajé con la tensión que sólo crea en mi el pequeño ruiseñor que vestido de negro osa a clavarme los ojos de su indiferencia en la nuca. y aunque creí que nunca lo haría, terminé la dichosa página con más alivio que el que debe sentirse al parir. pero no he llorado. supongo, ¡qué digo supongo!, estoy más que segura que cuando me pongan en brazos al bebé al que algún día daré vida, lloraré como nunca lo he hecho. y eso no podrá arrebatármelo quien ha puesto precio a mi alma y cree que la venderé en un puesto del rastro por cuatro duros de los de antes. pero pasará. todo pasa y todo termina. hoy ha vuelto a ponerse el sol. mañana volverá a salir. es la suerte que tenemos los que creemos en las varitas mágicas y en las hadas. y me acuesto con una sonrisa. la que me sale cada noche cuando miro a la derecha

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si tuviera la mitad de tu capacidad para expresar el torrente de sentimientos que me apabuyan durante la mayor parte del tiempo, Perez Reverte a mi lado sería como comparar a Mazón con Ophra Winfrey ( que por cierto no se como se escribe.). Vamos, que me has emocionado... Resti